El crimen confuso
Unos meses atras en glew, Buenos Aires, me entregaron un caso a mi, Mary Johnson, que trataba de que habían matado a un farmacéutico viudo y sin hijos el sábado 25 de agosto a las 8:33 p.m. Había pocos sospechosos, uno era una empleada, que decían que tenia un posible romance con el; un sobrino del farmacéutico, que se encontraba en bancarrota, que no veía muy seguido y un vecino. Los policías habían encontrado huellas húmedas de una camioneta en el patio, y en una de las paredes de la cocina habían escrito con letra rojo y curiosa una frase decía: "Dios le da pan al que no tiene dientes". Yo no podía sacar conclusiones hasta que fuera a la casa. El día siguiente fui a la casa y me quede viendo la pared escrita y luego me di cuneta de que la letra estaba escrita con sangre! Luego fui a ver al muerto a su habitación, (ahí lo había dejado hasta que lo enterraron) le mire las dos manos pero no tenia ninguna lastimadura, ni sangre, ni una cortadita. Luego fui a